Cuando
hablamos de plásticos, a todos se nos vienen a la cabeza sus propiedades
típicas, y una de las más recurrentes es su durabilidad. Estos materiales
pueden permanecer cientos de años manteniendo sus propiedades sin que la madre
naturaleza los descuartice y los devuelva al medio.
No
deja de ser una agradable maldición, pues no entenderíamos a fin de cuentas que
nuestro bote de champú que dejamos en el baño de la típica casa del pueblo, que
solo visitamos una vez al año, apareciese al año siguiente como un queso
roquefort, con todo su contenido desparramado.
En
otras palabras, si que interesa que el plástico dure muchos años. El problema
es que cosas que tienen una vida útil de 2 meses tenga una vida real, salvo
reciclado de por medio, de 500 años.
Por
ejemplo, el típico vaso de polipropileno que usamos en las comidas campestres,
dándole un uso aproximado de 3 horas, sin contar el tiempo que habrá estado en
la tienda, transporte, etc... puede tardar en biodegradarse cerca de 1000 años.
Estamos
ante un problema medioambiental de
acumulación de residuos, que de momento el reciclo y su concienciación entre
los usuarios puede mitigar.
Sin
embargo, existe otra vía que muchas empresas están tratando, que es la de poder
hacer plásticos que sean biodegradables. Es decir, conseguir sintetizar
compuestos con unas propiedades mecánicas/químicas similares al clásico
polipropileno, polietileno, etc.
Es en este contexto cuando nacen
los conocidos PHA o polihidroxialcanoatos.
Este
método se basa en que ciertas bacterias, en condiciones de estrés ambiental por
falta de determinados nutrientes empiezan a sintetizar estas fibras, que pudiendo
llegar a ocupar hasta el 75% de su cuerpo, emplearán como fuente de alimento en
épocas de escasez.
Estos poliésteres, que en
realidad constituyen una familia muy amplia de componentes, presentan la
ventaja de que son biodegradables, presentando propiedades muy similares a las
de los plásticos convencionales. Son termoplásticos de un peso molecular
relativamente alto, resistentes al agua e impermeables al oxígeno. [1]
Muchas
empresas llevan ya años comercializando productos a partir de PHA, aunque su alto precio en comparación con los
plásticos tradicionales hace muy difícil que se asienten en el mercado, salvo
para alguna aplicación especial.
Para producciones de escala, su
coste ronda los 8 $/lb, que si lo comparamos con los 0,30-0,45 $/lb del
polipropileno lo hace muy poco rentable. [2]
Llama la atención el uso de
estos biopolímeros para material médico, ya sean hilos de sutura, tornillos
para operaciones, etc. Estos tienen la ventaja de que una vez dentro del cuerpo
no hace falta retirarlos, ya que el propio organismo lo absorbe, lo cual supone
una ventaja importante para el paciente.
Sin embargo, aún queda mucho para
ver los vasos de plástico biodegradables. Así que nada de tirarlos al suelo. De
momento.
[1] http://www.textoscientificos.com/polimeros/polihidroxialcanoatos
[2]http://biotecnologia1tecnoparque.blogspot.com.es/2010/05/biopolimeros-polihidroxialcanoatos-phas.html
Hola chicos, una pregunta un poco que se va del tema ya que acabé la carrera hace unos meses, ¿alguien sabe algo de la empresa Moldblade ( www.moldblade.com )?, me recomendaron las prácticas remuneradas que ofertan, pero me gustaría tener más opiniones al respecto.
ResponderEliminarSaludos y gracias.