miércoles, 30 de abril de 2014

El plástico que no es plástico.


                Cuando hablamos de plásticos, a todos se nos vienen a la cabeza sus propiedades típicas, y una de las más recurrentes es su durabilidad. Estos materiales pueden permanecer cientos de años manteniendo sus propiedades sin que la madre naturaleza los descuartice y los devuelva al medio.

                No deja de ser una agradable maldición, pues no entenderíamos a fin de cuentas que nuestro bote de champú que dejamos en el baño de la típica casa del pueblo, que solo visitamos una vez al año, apareciese al año siguiente como un queso roquefort, con todo su contenido desparramado.

                En otras palabras, si que interesa que el plástico dure muchos años. El problema es que cosas que tienen una vida útil de 2 meses tenga una vida real, salvo reciclado de por medio, de 500 años.

                Por ejemplo, el típico vaso de polipropileno que usamos en las comidas campestres, dándole un uso aproximado de 3 horas, sin contar el tiempo que habrá estado en la tienda, transporte, etc... puede tardar en biodegradarse cerca de 1000 años.

                Estamos ante un problema  medioambiental de acumulación de residuos, que de momento el reciclo y su concienciación entre los usuarios puede mitigar.

                Sin embargo, existe otra vía que muchas empresas están tratando, que es la de poder hacer plásticos que sean biodegradables. Es decir, conseguir sintetizar compuestos con unas propiedades mecánicas/químicas similares al clásico polipropileno, polietileno, etc.

Es en este contexto cuando nacen los conocidos PHA o polihidroxialcanoatos.




                Este método se basa en que ciertas bacterias, en condiciones de estrés ambiental por falta de determinados nutrientes empiezan a sintetizar estas fibras, que pudiendo llegar a ocupar hasta el 75% de su cuerpo, emplearán como fuente de alimento en épocas de escasez.

Estos poliésteres, que en realidad constituyen una familia muy amplia de componentes, presentan la ventaja de que son biodegradables, presentando propiedades muy similares a las de los plásticos convencionales. Son termoplásticos de un peso molecular relativamente alto, resistentes al agua e impermeables al oxígeno.  [1]

                Muchas empresas llevan ya años comercializando productos a partir de PHA, aunque su alto precio en comparación con los plásticos tradicionales hace muy difícil que se asienten en el mercado, salvo para alguna aplicación especial.

Para producciones de escala, su coste ronda los 8 $/lb, que si lo comparamos con los 0,30-0,45 $/lb del polipropileno lo hace muy poco rentable. [2]

                Llama la atención el uso de estos biopolímeros para material médico, ya sean hilos de sutura, tornillos para operaciones, etc. Estos tienen la ventaja de que una vez dentro del cuerpo no hace falta retirarlos, ya que el propio organismo lo absorbe, lo cual supone una ventaja importante para el paciente.

Sin embargo, aún queda mucho para ver los vasos de plástico biodegradables. Así que nada de tirarlos al suelo. De momento.












[1] http://www.textoscientificos.com/polimeros/polihidroxialcanoatos
[2]http://biotecnologia1tecnoparque.blogspot.com.es/2010/05/biopolimeros-polihidroxialcanoatos-phas.html


1 comentario:

  1. Hola chicos, una pregunta un poco que se va del tema ya que acabé la carrera hace unos meses, ¿alguien sabe algo de la empresa Moldblade ( www.moldblade.com )?, me recomendaron las prácticas remuneradas que ofertan, pero me gustaría tener más opiniones al respecto.

    Saludos y gracias.

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